Hoy día, la concienciación con la preservación del medio ambiente es cada vez mayor. Las consecuencias del cambio climático se tornan, ya, indiscutibles, y el agotamiento de los recursos naturales agrava una situación que, de no tomar cartas en el asunto a tiempo, puede derivar en una total destrucción de los medios de subsistencia y recursos económicos del planeta.
Por otra parte, en lo que a la moda respecta, los datos de la ONU no fallan: el rubro del vestido utiliza cada año 93.000 millones de metros cúbicos de agua, en la cual, se arrojan también y de manera concreta, al mar, medio millón de toneladas de microfibra. Debido a todo este consumismo desaforado, se vuelve ya, un imperativo, cambiar nuestras costumbres por otras más sostenibles donde el reciclaje de prendas sea el primer paso, a un cambio de mentalidad total. Sólo así, nuestro planeta, tenga, quizá, una segunda oportunidad, y las generaciones venideras, un posible futuro.
Diez pautas para consumir de moda de forma sostenible
Como ya hemos dicho, consumimos sin pararnos a pensar en las consecuencias que ello puede acarrear a nuestro planeta. Acumulamos prendas a placer y capricho, cuando no las necesitamos y no sabemos nada ni de su procedencia ni de los métodos de fabricación.
He aquí algunas ideas para que todo lo que nos pongamos, además de ser bonito y original, sea adquirido de una forma ética:
Prendas recicladas
En estos tiempos, es habitual encontrar comercios especializados en prendas y/o complementos elaborados con materiales sostenibles. Por ejemplo, en Otrora tenemos una línea, realizada con prendas de segunda mano originales: Otrora Vintage.
Fíjate en la etiqueta
Sí, los materiales de la ropa son importantes. Frente a tejidos sintéticos, los naturales deberían ganar siempre la batalla, sobre todo, por un motivo: durarán más. Algodón, lino, lana, seda…escoge el tuyo en función de la temporada del año. Seguro que a la larga, no te arrepentirás.
Creatividad al poder
¿Recuerdas hace años, cuando, sobre todo, nuestras abuelas y madres, hacían sus propias prendas de vestir? No todas, por supuesto, pero antes, se sacaba bastante partido a las clases de costura. Anímate y no pierdas la ocasión de innovar y formar parte directa, de tu propio estilo.
Oposición a las modas pasajeras
Cada estación, nos venden unas prendas determinadas y nos instan a que nos gusten los lunares, los cuadros, los mocasines o zapatos altos. Siempre hay algo “que se lleva” y algo que no. Apuesta por prendas atemporales y más básicas, y, por mucho que pase el tiempo, tú seguirás siendo tú, a gusto en tu piel, a gusto con lo que te pones.
Si lo compras…¡póntelo!
Vas paseando y ves en el escaparate una falda preciosa, así que piensas, “¿Por qué no? Yo me lo merezco todo”. Y te la compras. Pero por una cosa u otra, tras 5 meses, esa falda que te encandiló, permanece en el armario con la etiqueta puesta. ¿Te suena? Pues bien, otro comportamiento a modificar es precisamente ese: la compra compulsiva. Medita los pros y los contras y valora con más tiempo, si, verdaderamente, tienes necesidad de adquirir la prenda.
Reorganiza el armario y…tus necesidades
Haz una lista de lo que verdaderamente tienes y necesitas. Un buen fondo de armario es básico, sobre todo, dependiendo de la profesión que tengas, que, muchas veces, requiere de un vestuario variado, pero una cosa es esa, y otra, acumular sin sentido. Objetivo diario: practicidad.
Escoge por marcas
Como es lógico, algunas marcas de moda, son más sostenibles que otras. ¿Sabes por cuáles decantarte? Si no es así, investiga y empieza a leer opiniones sobre las mismas. Verás cómo, quizá, cambias de opinión en muchas cuestiones.
Invierte más en actividades de ocio
A veces, gastamos tanto dinero en ropa, por pura costumbre, que dejamos de lado otro tipo de actividades como, ir al teatro, al cine o simplemente salir a tomar algo. No te quedes en casa con un montón de ropa en el armario, mejor, ¡sal y diviértete!
Así que ya sabes, en Otrora, lo tenemos claro. Vida sólo hay una, y nuestro planeta, quién sabe las que tendrá si no ponemos remedio a tiempo y decidimos responsabilizarnos, de forma personal como primer paso, de lo que ocurra el día de mañana. Razones y posibilidades, como ves, sobran.